Descubriremos paisajes que parecen sacados de una postal y, sobre nuestras motos, deseosos de explorar esta zona del desconocido occidente asturiano, nos impregnaremos de la belleza incalculable de un paraíso que tiene mucho que enseñarnos.
Nuestros dos primeros miradores los encontraremos en la villa marinera de Tapia de Casariego y hasta ellos podremos acceder, entre otras alternativas, desde la calle Francisco González Villamil.

Estamos ante una de las puertas de entrada al Parque Histórico del Navia. Así que, abrámosla, y dispongámonos a entrar en un espacio mágico. En el de A Ribeiría, con vistas a la playa del mismo nombre, bien podremos apoyar nuestros brazos sobre su barandilla de madera y abrir nuestros ojos para disfrutar de lo que tenemos ante nosotros, o bien sentarnos sobre la verde moqueta de hierba que lo cubre y respirar el aroma del mar cuyas olas rompen contra las rocas dando lugar a una melodía poco acompasada.

En medio de ambos miradores llama la atención la piscina de agua marina construida sobre una antigua cetárea y que, sin duda, es uno de los grandes atractivos del verano tapiego.

Recorriendo durante 13 kilómetros la N-634 llegaremos hasta el mirador de A Talaya, en Viavélez (El Franco). Situado en un alto, la panorámica que ofrece tanto del pueblo como de su pintoresco puerto, no deja indiferente a nadie. No sería extraño contemplar una estampa frecuente en la que el mar arremete a golpes contra su espigón bufando contra los acantilados que lo escoltan.

Abandonamos la costa para ir, poco a poco, adentrándonos hacia el interior. La carretera FR-1 será la que, en un continuo ascenso de unos 20 kilómetros, que iniciaremos en A Caridá, nos lleve hasta Rozadas donde podríamos visitar el Centro de Interpretación de la Artesanía del Hierro así como una colección museográfica, previa reserva.

Para alcanzar el primero de ellos, viajaremos acompañados de la atenta mirada de los gigantes eólicos que, con sus enormes aspas, dibujan una silueta característica en el horizonte. En las afeitadas praderías, los caballos pastan a sus anchas sin importarles nuestra presencia. Y una vez alcanzado nuestro objetivo, desde el pequeño banco de pizarra con vistas al paraíso, seremos testigos de cómo tierra y mar llegan a hermanarse dando lugar al binomio perfecto. Con suerte, podremos navegar con nuestras miradas sobre un mar de nubes y sentirnos capitanes de un barco que viaja sin rumbo a donde nuestra vista nos lleve.

Descenderemos hacia Boal, elegido Pueblo Ejemplar en el año 2014, y lo atravesaremos por la Avenida de Asturias dejando a nuestra izquierda, junto al Parque de los Emigrantes, el Monumento con su Placa conmemorativa de tan honorífica distinción. Será precisamente al salir del pueblo cuando nos encontremos con la señal que podría indicarnos una posible parada en el Centro de la Emigración e Instrucción Pública, en San Llouguís (San Luis). Sin abandonar la AS-12 se inicia ahora el trazado más zigzagueante de esta ruta en la cual durante varios kilómetros rodaremos acompañados por el río Navia. Serán 25 aproximadamente los que nos separen de San Esteban de los Buitres (Illano), nuestro siguiente mirador. Extremaremos la precaución en los alrededores de las zonas sombrías que rodean el Embalse de Doiras en las cuales no sería de extrañar encontrarnos con tramos húmedos de calzada y, en épocas de lluvias, poco antes de culminar el Alto del Folgueiróu, podremos ser testigos de un espectáculo visual y natural de gran relevancia que deberíamos aprovechar haciendo un alto en el camino: las Cascadas del Ferrado (Illano). Para aquellos amantes del agua y, sin abandonar el territorio del Parque Histórico del Navia, sería recomendable una inexcusable visita hasta un concejo que se nos muestra como un placer para los sentidos: Villayón. Allí, podremos deleitarnos con el Monumento Natural de las Cascadas de Oneta, en el pueblo del mismo nombre, el Pozo Mouro, a pie de la carretera AS-25 en un idílico entorno que invita a la relajación y, por supuesto, la Cascada y Cueva del Pímpano de impresionante belleza en un escondido paraje que parece sacado de un cuento de hadas.

San Esteban de los Buitres (Illano) no necesita barandilla de ningún tipo para que podamos asomarnos a un paisaje en el que el río Navia discurre encajado en un molde creado por la propia Naturaleza. Situado en una escarpada ladera, un paseo por sus calles nos lleva a un viaje al pasado puesto que aquí, aún se conserva de forma ejemplar su caserío tradicional, lo cual le ha llevado a que Patrimonio lo declarara "Conjunto Histórico" en el año 2014.




Y si lo que deseamos es hacernos con una buena panorámica del mismo escenario en el que nos encontramos y unas impresionantes vistas de la Presa no tendremos más que continuar la carretera la cual, sin pérdida alguna, nos llevará hasta la otra ladera y a un mirador al que accederemos a través de un túnel horadado en la roca diseñado por Joaquín Vaquero: el mirador Boca de la Ballena, con una forma muy peculiar que es por lo que recibe este nombre.
Hasta aquí los miradores que abarcan el territorio del Parque Histórico del Navia. Será, precisamente, a partir de este último cuando se nos abra un abanico de posibilidades para continuar nuestro viaje. Aquellos que aún sigan sedientos por descubrir nuevas atalayas al paraíso, podrán escaparse hasta el pueblo de Berducedo (Allande) donde disfrutarán de las ofertas turísticas y hoteleras que el lugar nos ofrece antes de culminar en el colosal Puerto del Palo, todo un mito en el mundo de las dos ruedas y, cuyas panorámicas, nos dejarán boquiabiertos, sin ninguna duda.
El Puerto del Acebo, a tan solo 19 kilómetros del Mirador Boca de la Ballena, se nos brinda como otra de las posibilidades y, hasta él, llegaremos rodando por la AS-28. Y, finalmente, para aquellos moteros que decidan encumbrar la ruta de la misma manera que la comenzaron, es decir, mirando al mar, cuyo atractivo es todo un imán para cualquier viajero, podrán ir en su búsqueda siguiendo la AS-12 rumbo a Navia.
Tres posibles broches de oro para una ruta, la de los Miradores del Parque Histórico del Navia, que nos dejará enganchados a su descomunal belleza.
Así que, sintámonos afortunados de poder disfrutar con nuestras motos de una zona que conjuga todo lo necesario para que disfrutemos intensamente de nuestra afición. Porque, en ocasiones, buscamos fuera lo que tenemos al lado de casa, en Asturias.
Credencial Miradores Moteros:
Podrás obtener tu diploma "Miradores Moteros" remitiendo tus fotos en los Miradores junto con esta Credencial cumplimentada con tus datos personales, al correo info@parquehistorico.org
Descargar la Credencial Miradores Moteros en formato PDF
Para más información:
Blog: El Comercio - Explorando el Paraíso en Moto
Fundación Parque Histórico del Navia
Trazado de la ruta: Descubriendo en moto los Miradores del Parque Histórico del Navia. Ver ruta en Google Maps